Realizado por: Bryan Viteri

En la mayoría de los países la telegrafía mediante hilos, y posteriormente a principios del Siglo XX sin hilos, se consideró de interés nacional con rasgos de monopolio natural, que generaba importantes externalidades positivas. Por estas razones, en general, las empresas de telegrafía eran o terminaron siendo de propiedad estatal.

En el Ecuador, en 1871, el Honorable Congreso Nacional decreta, durante la segunda presidencia de Gabriel García Moreno, dando todas las extraordinarias al Poder Ejecutivo, que se establezca el servicio telegráfico en el país.

Luego de 3 años, en 1874 García Moreno dispone que se tienda la primera red telegráfica en el Ecuador.

Durante la década de 1890 a 1899, el progreso de las comunicaciones telegráficas en el país fue muy acelerado, especialmente en las pequeñas ciudades y zonas rurales; dando paso al nuevo servicio telefónico en las ciudades, mediante el uso de los teléfonos de magneto.
Para 1903 el sistema telegráfico unía a todo el mundo. «Quito y Guayaquil estaban conectadas por el Telégrafo Inalámbrico en 1920». La habilidad de los operadores de telegrafía en nuestro país permitió establecer un mecanismo de comunicación e información instantánea que ayudó a unir todos los rincones de la patria. Los operadores adquirieron un gran poder dentro de la sociedad en cada localidad, junto con el párroco y las autoridades políticas y civiles, demostrando que la información es uno de los poderes y derechos de los pueblos.

Referencias Bibliográficas:

* Página web oficial del CONATEL y SENATEL

* CARRIÓN, Hugo. Historia de las Telecomunicaciones. 2011. EPN.

* USBECK, Carlos. Ecuador y las Comunicaciones. Una Historia compartida. Segunda Edición. Mayo 2010.